sábado, 6 de junio de 2015

REPOCICION DE LÍQUIDOS SEGUNDA PARTE..

HIDRATOS DE CARBONO, EN LA HIDRATACIÓN ..

Aunque la hidratación es la primera medida a adoptar en relación con la realización de ejercicio físico, hay que considerar otros factores vinculados con el propio esfuerzo. En este sentido, se sabe que la concentración de glucógeno en el hígado y los músculos utilizados durante la actividad marca la capacidad de mantener un esfuerzo prolongado en deportes aerobicos . De hecho, el entrenamiento en este tipo de deportes consiste, principalmente, en acostumbrar al organismo a utilizar al máximo las grasas como fuente energética (mediante su oxidación) y en aumentar las reservas de glucógeno en el hígado y los músculos. El almacén de glucógeno es limitado (10-12% del peso en el hígado y 1-1,5% del peso en los músculos). Se puede conseguir el ahorro de glucógeno manteniendo la glucemia a través del aporte exógeno de glucosa. Si se compara con la ingesta de agua sola, al añadir hidratos de carbono a una solución, consumiéndola a un ritmo de 1 g/min, se reduce la oxidación de glucosa en el hígado hasta un 30%. En este sentido, está demostrado que el aporte de carbohidratos en las bebidas de rehidratación durante el esfuerzo mejora el rendimiento del deportista. La cantidad de hidratos de carbono a suministrar en la bebida viene marcada por los siguientes condicionantes:
– El límite de utilización de la glucosa por el deportista, que está en 60 g/h.
– El límite de vaciamiento gástrico y de la absorción intestinal de la solución, que determinan la asimilación del líquido bebido.
Respecto al límite de utilización de glucosa, la máxima cantidad de ella que interesa suministrar, durante la práctica del deporte se puede conseguir bebiendo 1200 ml. en una hora de una solución que contenga un 8% de carbohidratos en forma de glucosa, sacarosa y/o maltodextrinas.
La absorción de la glucosa está sujeta (en un primer momento) a un mecanismo de transporte activo dependiente del ión sodio sobre todo, y de la vía paracelular cuando están presentes altas concentraciones luminales. La fructosa se absorbe por difusión facilitada (un sistema de transporte relacionado con las disacaridasas) y mediante el transporte facilitado por la glucosa.
Estas vías de absorción diferentes y complementarias hacen que se pueda recomendar la mezcla
de carbohidratos. De hecho, no existen datos concluyentes sobre el tipo de carbohidrato que
da mejor resultado en las bebidas; para algunos autores hay ligeros argumentos a favor de emplear
polisacáridos (maltodextrina) por el menor aumento de osmolalidad que producen, junto aglucosa y fructosa. La glucosa aumenta la actividad de la Na+-K+-ATPasa, al menos in vitro,lo que es una razón favorable para su inclusión en estas formulaciones. Para otros autores, la sacarosa, por su mejor sabor, es el hidrato de carbono más conveniente.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM) recomienda que la bebida tenga un alto índice glucémico (mejor aún, una alta carga glucémica) y sostiene que la mayor utilización de  los hidratos de carbono se logra mediante una mezcla de ellos (p. e. glucosa, sacarosa, fructosa,maltodextrina). De los hidratos de carbono utilizados, la glucosa, con 97, es la que mayor índice glucémico tiene, seguida de la sacarosa (glucosamás fructosa), con un índice de 65. Con respecto al vaciamiento gástrico, hay que considerar los siguientes factores:
– Circunstancias que estimulan el vaciamiento:
- El aumento del volumen gástrico: produce distensión de la pared de este órgano, lo que provoca reflejos mientéricos que aumentan la actividad de la bomba pilórica,acelerando el vaciamiento gástrico.
- La presencia de gastrina, que estimula ligeramente la bomba pilórica.
– Factores que inhiben el vaciamiento:
- El grado de distensión del duodeno.
- La irritación de la mucosa duodenal.
- El grado de acidez del quimo duodenal.
- El grado de osmolalidad del quimo.
- Cantidad excesiva de proteínas o grasas en el estómago.
- La presencia de líquidos hipotónicos o hipertónicos
(sobre todo estos últimos), ya que desencadenan reflejos enterogástricos que enlentecen o inhiben el vaciado gástrico.
- Deshidratación previa. - Intensidad del ejercicio por encima del80% del VO2max.
El tiempo que suele tardar el estómago en vaciar 1 litro de líquido varía entre 1-1,5 h, pero este ritmo de vaciamiento gástrico depende de un amplio conjunto de factores, entre los que son determinantes la naturaleza de los solutos y el valor energético de la bebida. A partir de la cantidad aproximada de 600 ml, cuanto mayor es el volumen del contenido gástrico, más rápido es el vaciamiento. A medida que el volumen disminuye, la evacuación se lentifica. Por este motivo, para mantenerla a un ritmo adecuado es
conveniente reponer las cantidades eliminadas mediante la ingestión repetida de líquidos.
La absorción de los hidratos de carbono, agua y electrolitos se lleva a cabo en las primeras porciones
del intestino delgado (duodeno y yeyuno).
Se calcula que cantidades óptimas de absorción intestinal son entre 600-800 ml para el agua, y unos
60 gramos para la glucosa. Cuando se bebe más de un litro de líquidos a la hora, los excedentes pueden

acumularse y producir molestias intestinales.


" CHINCHU"

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